Un diferencial se basa en poder contar una historia única en la categoría, con aspectos que aparten la marca de los demás competidores, esperado que ese diferencial se convierta en la razón por la que un consumidor compraría una determinada marca y no otra.
Especialmente en industrias maduras, la innovación es cada vez más difícil y no siempre tiene que estar en la esencia del producto.
Aspectos colaterales pueden entrar a complementar la propuesta de valor de la marca. Lo importante es tener una historia para contar y un argumento para justificar por qué un cliente debería comprar su producto y no el de la competencia.
Y este ha sido el caso que ha desarrollado la linea Sedal co-creations. En una categoría donde todos claman tener el mejor producto, el que más protege, el que más alisa, el que más fortalece, el que más brilla, el que más nutre, el que más humecta… utilizar expertos para justificar por qué es mejor, es una estrategia inteligente.
El mensaje de fondo de la marca, para cuando un consumidor se pregunte ¿por qué preferir Sedal y no otro?, porque es especialista en el tipo de producto: liso extremo total, rizos obedientes, etc. Y no sólo lo dice, se apalanca en un tercero para validar su expertise.
Así es como un diferencial puede estar en la forma de presentar los beneficios del producto.
No en vano se dice que no se trata de lo que vende, sino de cómo lo vende.