Competir por precio es pegarse un tiro en un pie

Competir por precio es pegarse un tiro en un pie

¿Competir con bajos precios es una opción? Por supuesto, ha sido una estrategia milenaria (de hecho ya a estas alturas una estrategia muy poco diferenciada). ¿Los bajos precios atraen clientes? sin lugar a dudas, al cliente incorrecto (al que se va a ir cuando otro suicida lo baje todavía más), pero claro que atrae gente. ¿Puede poner en riesgo el futuro de su negocio? no le quepa la menor duda.

El uno por ciento de las compañías tienen la posibilidad de ofrecer bajos precios y ganar dinero porque tienen las economías de escala, la infraestructura, la cadena de abastecimiento, la tecnología, las inversiones, la base de clientes y muchos aspectos que muy probablemente (y sin conocer su negocio), me atrevo a decir que usted no tiene. Por eso defina claramente su cliente objetivo ideal y su propuesta de valor para no meterse en guerras de precio que no valen la pena y lo pueden sacar del mercado.

Competir por precio es medio suicida porque como ya lo habrá experimentado como empresario o vendedor, siempre hay alguien dispuesto a bajar el precio más que usted. Por eso hemos enfatizado tanto en la importancia de la diferenciación: construya un argumento relevante para el tipo de cliente que reconoce que usted es la mejor opción, aunque cueste un poco más. Diferenciarse le permite desarrollar un modelo distinto, ofrecer cosas sorprendentes a los clientes y tener una propuesta que realmente tenga relevancia (algo que no es para todo el mundo).

No lo olvide, el precio es una relativa percepción de valor. Un precio corresponde a una serie de beneficios. Cada vez que esté tentado a ceder, a bajar el precio, especialmente a fin de mes cuando no ha llegado la cuota y sabe que si otorga ese descuento cierra el negocio, piénselo dos veces. No está construyendo futuro y sin lugar a dudas, se puede estar pegando un tiro en un pie.