En la especificidad están los diferenciales

Puede tener un gran argumento, pero a menos que lo comunique de manera clara y concisa, pasará desapercibido. Para que un diferencial sobresalga y sea evidente, debe ser específico.

3 características de un buen diferencial

Para que un diferencial sea poderoso, resuene en los clientes y se convierta en una verdadera razón de preferencia hacia nuestra marca, debe cumplir con tres características, debe ser: 1) único, 2) valorado y 3) específico.

Usualmente pasamos por alto el ser específicos

Comunicar de manera específica un diferencial se refiere a explicar los detalles, las razones concretas y no genéricas que lo hacen relevante y verdaderamente comprensible para sus clientes.

Por ejemplo, veamos los argumentos que comunican estas tres marcas de pajitas, sorbetes, pitillos o popotes:

1) Aardvark

“Hecho en Estados Unidos. 100% compostable. www.aardvarkstraws.com”.

2) Grove

“Compostable: el sorbete. Reciclable: el envoltorio”.

3) Phade

“Biodegradable en el mar: compostable en casa e industria. Se degrada el 88.1% en ambiente marino en 97 días de acuerdo a la ASTM D6691 (puede o no seguirse degradando). Nodax* en el interior”.

*Nodax: Material hecho de maíz, azúcar de remolacha y aceites vegetales, llamado biopolímero por ser a base de plantas.

Y así lo demuestran en vivo y en directo:

En los detalles se evidencian los diferenciales

No presuma que con decir cosas como: calidad, servicio, cumplimiento, diseño exclusivo, etc., la gente le está entendiendo a qué se refiere. Si todos dicen lo mismo, todos pasarán desapercibidos; y peor aun, si el cliente no percibe diferencia, decidirá por precio.

Dele doble clic a los argumentos, desarrolle la idea central, comunique cada pequeño detalle para que el cliente entienda que lo aleja de los demás.

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